¿Como habré llegado yo a este lugar para perderme entre las piedras, entre las miradas y las manos extendidas?
¿Como habré llegado yo incrédula a perderme en la oscuridad y a enredarme entre las palabras y las manos entrelazadas llenas de sudor?
Ansío la luz fuera de este este encierro, fuera de este frío cuerpo; lejos del incienso y la limosna. Quiero ver lo que hay detrás de esta oscuridad, lejos de las manos sudorosas, las lágrimas y las confesiones.
Enloquezco con tanta palabra, tanto ruego,tanto lamento. Quiero huir, sentir las piedras,tocar a la mujer, a los niños, la mano extendida de los que hablan cada vez que se arrodillan y me llenan con sus voces.
Si es verdad como dicen, que soy tan milagrosa, me debo entonces un ruego...mi propio ruego:
"Sácame de este cuerpo frío echo de yeso y dame los pies calientes para correr y ver la luz lejos de los enloquecedores lamentos. Dame cuerpo de mujer para sentir el sol fuera de la oscuridad. Virgencita milagrosa, santa patrona , concédeme el milagro..."
Publicar un comentario